Había una vez….. En una colonia de diversos animales, vivía una criatura peculiar. Desde pequeña, se había acostumbrado a nadar en el estanque y a seguir las costumbres de sus compañeros de colonia, aunque siempre le costaba más esfuerzo y las cosas le salían mal. Se esforzaba más que nadie, pero sus intentos nunca parecían dar resultado. Los otros animales siempre le decían: «Así no,» o «Así tampoco,» recordándole constantemente sus fallos.

Un día, sintiéndose particularmente triste y fuera de lugar, decidió alejarse de la colonia. Mientras caminaba sola, pensaba que ser ella misma estaba mal, que había algo terriblemente equivocado en ella. Con la cabeza gacha, deambuló por el bosque, hasta que de repente, se encontró con una manada de animales.

La miraron con curiosidad y luego con amabilidad. «¿Quieres venir a cazar con nosotros?» le preguntaron. Ella se sorprendió y respondió con tristeza, «No, no sirvo para nada. Todo me resulta muy difícil y siempre lo hago mal. En mi colonia, me lo recuerdan constantemente.»

Pero ellos insistieron. «Ven con nosotros, inténtalo. No pierdes nada.» A pesar de sus dudas, ella decidió acompañarlos.

Cuando llegó el momento de la caza, algo increíble sucedió. De repente, sintió una fuerza interior que nunca antes había sentido. El tiempo pareció detenerse, los sonidos del bosque se apagaron, y todo lo que podía ver era a la presa. Con una destreza innata, se lanzó hacia adelante, atrapando a la presa con una precisión asombrosa. Cuando regresó con su captura, los demás la vitorearon y celebraron su éxito. Era la mayor presa que habían cazado en años.

Uno de los animales se acercó y le dijo, «Eres la mejor cazadora que hemos visto. Eres una leona increíble.» Sorprendida, la leona exclamó, «¿Yo, una leona? Siempre pensé que era un pato.»

Los leones sonrieron y uno de ellos dijo, «Siempre fuiste una leona, solo que no lo sabías. No necesitabas la aprobación de los patos para ser quien realmente eres.»

Desde ese día, la leona se unió a su nueva manada y se sintió feliz y plena, entendiendo que ser ella misma era más que suficiente y lo único importante

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