Es evidente y real que estamos pasando una situación de incertidumbre ante el Coronavirus. Nuestras vidas se ven alteradas, no sabemos bien lo que va a ocurrir.

Es muy alto el número de personas que están viviendo esta situación con mucho miedo, es normal. Esto en parte es debido a que la mente, ante lo desconocido, tiende a adelantarse a los acontecimientos y se pone en modo alarma.

Hay un parte de nuestro cerebro que se activa frente a amenazas es la amígdala. Cuándo más desconocida sea la amenaza más se activa y más posibilidades de padecer angustia existen. Estamos recibiendo muchos mensajes de alarma y nuestra amígdala, nuestro detector de peligros está muy activa.

Uno de los beneficios del Mindfulness es bajar la actividad de la amígdala.  Practicamos parar, calmar la mente, para que esta no entre en “bucle” y poder por lo menos crear un espacio de calma en nuestro interior.

Está claro que la realidad es que a muchos de nosotros se nos plantean  inconvenientes y problemas. Pero con la amígdala tan activada nuestra mente entra en “rumiación” “en bucle” añade más y más pensamientos la mayoría imaginarios y se engancha a ellos, porque en este estado no encuentra soluciones claras. Provocando así más y más incertidumbre, más angustia añadida.

«Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir»

— Winston Churchill

Seamos realistas, responsables con nosotros mismos y con los demás, eso por supuesto. Pero intentemos no añadir pensamientos que no aportan. Aceptemos las medidas que tenemos que tomar, hagamos todo lo que está en nuestra mano hacer en este momento, no solo por nosotros sino pensando en la población de riesgo. Pensemos por una vez los unos por los otros. Pero no nos olvidemos que esto también pasará, tengamos un poco de paciencia. Poco a poco iremos encontrando soluciones a lo que ahora nos parece insolucionable. Todo irá cogiendo forma, todo irá volviendo a la normalidad no alteremos más nuestras mentes con mensajes de pánico.

Tenemos ahora más que nunca vivir en el presente, vivir con lo que va surgiendo en el día a día.

Evitemos rumores, sobreinformación, comparaciones, quejas constantes, anticipaciones a lo que nos pueda pasar… no estemos todo el tiempo hablando de este tema, evitemos esos “y si…” que bombardean nuestra mente, o por lo menos intentemos darnos cuenta de ellos y para poder salir de ese patrón de pensamiento nada resolutivo y muy dañino. Que no añade más que más sufrimiento a esta situación. Ya iremos poco a poco solucionando, al final de todo se sale.

En Mindfulness practicamos varias técnicas para reconocer ese “discurso mental” y calmar la mente. Uno de ellas es cambiar el foco de atención de esos pensamientos que nos atrapan  y dirigirlo con calma a otro lugar, a nuestra respiración por ejemplo. La respiración siempre va con nosotros y siempre sucede en el momento presente es un salvavidas en momentos de angustia. Conecta con tu respiración varias aunque sea unos segundos, pon tu atención a la parte del cuerpo en la que más sientes tu respiración, fosas nasales, pecho o abdomen y permanece ahí un rato. Evitamos así que nuestra mente entre en modo “lavadora” o en «mente de mono» saltando de rama en rama, de pensamiento en pensamiento la mente se va calmando.

Os dejo una meditación para conectar con la sensación de seguridad en momentos en los que la mente está atrapada en pensamientos que nos llevan a sentir incertidumbre, es necesario cambiarle el programa, cambiarle el discurso por lo menos un rato. Esto se consigue en MIndfulness  con prácticas generativas como esta que tenéis a continuación. Simplemente ponte un rato en silencio, en una postura que te resulte cómoda, escucha el audio y déjate llevar.

Está claro que esto no va a cambiar la situación exterior pero sí nuestro estado interno. Intenta cada día salir de la mente un rato, medita, haz un poco de ejercicio para conectar con tu cuerpo, escucha tu música preferida, apaga un rato las noticias, y deja los mensajes virales a un lado.

No nos queda más remedio que aceptar esta situación que tenemos y hacerlo desde la calma es la mejor opción para nuestra mente, en consecuencia para nuestra salud y para no entrar en un estado de psicosis colectiva.

Si calmamos nuestras mentes podremos recoger el mensaje que todo esto nos trae y salir reforzados de todo esto. La vida nos para… Nos invita a desarrollar la responsabilidad, la paciencia, la confianza, ser compasivos, ser solidarios, darnos cuenta de lo que es realmente importante en nuestras vidas. ¡Ánimo!!!!!!!!!. #quedateencasa y medita.

 

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